Wilmar H. Ascárraga Sejas
La organización destaca que Bolivia enfrenta desafíos económicos significativos debido a la inflación importada y el aumento de costos en insumos. A pesar de producir muchos alimentos, el país sufre de la depreciación del tipo de cambio y un déficit comercial creciente (página 2). La caída en los precios de materias primas ha restringido los ingresos fiscales, aumentando el endeudamiento sin exceder los límites internacionales, lo que muestra un manejo fiscal prudente.
La desaceleración económica ha provocado un aumento del desempleo, especialmente en áreas rurales, y ha llevado a los inversores a adoptar una postura cautelosa, aunque se espera una recuperación futura (página 2). La organización enfatiza la necesidad de diversificación productiva para reducir la dependencia de las exportaciones de gas y minerales, impulsando sectores como la agricultura sostenible y las energías renovables.